IDOLOS Y DIOSES DE CARNE Y HUESO

Con frecuencia tendemos a idealizar a las personas, las subimos a un pedestal y "santificamos" sus actos cual dioses de nuestro particular Olimpo.

Pero, ¿Qué sucede cuando estos "Idolos" de carne y hueso nos muestran cómo son realmente? ¿Qué hacer cuando se caen del pedestal al que los hemos subido?

Es entonces cuando los trozos rotos de la "Divinidad" que hemos creado se convierten en mil y un defectos que no supimos apreciar desde el primer momento, quizás cegados por la belleza de la primera mirada, quizás porque simplemente no queríamos mirar.

Esos trozos nos dejan ver la realidad, nos dejan ver a la persona tal y como es. Sin espejismos creados por nuestros propios ojos.

No convirtamos ni nos dejemos convertir en "Dioses de Carne y Hueso", no subamos ni dejemos que nos suban a ningún pedestal, seamos realistas y observemos a la persona, aprendamos a aceptarla con sus virtudes pero sobre todo con sus defectos, aprendamos a aceptar que nadie es perfecto, que todos tenemos algo que puede gustar o no.

Aprendamos a vivir con nostros mismos tal y como somos.

TODO SERÁ MÁS SENCILLO.