Hoy me siento un poco huérfana, y se que muchas de mis compañeras de colegio se sienten igual que yo.
Hoy hemos perdido a nuestra primera maestra, esa que nos cogió con apenas 4 ó 5 añitos y nos ayudó a ser lo que hoy somos.
Siempre recordaré mi primer 10 en Historia, asignatura que empecé a amar gracias a sus clases y esa frase que llevamos grabada a fuego y que tantas veces he recordado antes de exponer un texto o salir a un escenario: -"Vocaliza, habla alto".
Siempre recordaré esos casi siete años en los que compartí idas y venidas en coche. Los primeros años con mi madre al volante hablando de mil y una historias, mientras ella se maquillaba en el asiento del copiloto. Luego cuando aprobó el carnet, conduciendo el inolvidable "Seat" rojo y llevando esas bambas amarillas que tanta gracia me hacían.
Mil y una anécdotas que no se borrarán de mi mente y que en más de una ocasión me dibujarán una sonrisa.
Hoy se ha marchado la persona que me enseñó que bajo la dureza de su rostro había un corazón lleno de amor para sus alumnas.
Para mí ella era más que una simple maestra, con ella compartí jornadas de colegio y mañanas de piscina de verano. Era una amiga de la familia.
Cuántas tardes te encontraba a la puerta del club y me hablabas de las clases de Pilates y eras tu la que me animabas para que me apuntase... que pena que nunca diera el paso.
Viviendo tan cerca el destino no quiso que nos encontrásemos en tu último año con nosotros, aunque puedo asegurar que ninguna noche he dejado de pedir para que tuvieras las fuerzas suficientes para luchar.
Hoy te nos has marchado y a partir de hoy será a ti a quién rece para que esa fuerza se la trasmitas a los que aquí se han quedado huérfanos de tu cariño.
Gracias a ti y al resto de Madres y Profesoras por vuestra dedicación, amor y por dejarnos el mayor de los Tesoros de los que hoy podemos presumir: Nuestros valores y nuestra educación.
Mil gracias.
D.E.P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario